Desfibrilador: uso en España de estos aparatos

En el año 2012 Encinarejo (Córdoba), un municipio con menos de 2000 habitantes, se convirtió en el primer pueblo de España cardioprotegido. En esta localidad se instalaron tres desfibriladores eléctricos para dar cobertura, en menos de cuatro minutos, a todos sus vecinos. Por supuesto, fueron varios los ciudadanos que se formaron en el uso de este instrumental.

De acuerdo con la normativa estatal, la competencia para regular el uso e instalación obligatoria de desfibriladores automáticos y semiautomáticos en los espacios públicos está transferida a las Comunidades Autónomas. Tanto es así, que cada una tiene su propia legislación independiente. Esto conlleva que el uso de este aparato de urgencias en nuestro país sea muy heterogéneo.

No obstante, casi todas las Comunidades Autónomas obligan, o cuando menos aconsejan, la instalación de este instrumental al menos en: los terminales de transporte nacional e internacional; las aeronaves, trenes y embarcaciones; los centros comerciales, los estadios, centros deportivos, locales de espectáculos, salones de conferencias, eventos o exposiciones, gimnasios; y en los centros educativos con capacidad o por los que transiten más de quinientas personas.

Además, está permitida la instalación y manejo de este instrumento a las personas físicas o jurídicas, siempre y cuando lo comuniquen a la Administración competente. También están obligados a informar del lugar donde se instala, de las características técnicas del aparato y de la persona acreditada para su uso. Por último, han de comprometerse a conservarlo, mantenerlo y a formar al encargado del manejo.

En este sentido, este verano se ha realizado una experiencia piloto en algunas Comunidades Autónomas. Por ejemplo, se han instalado desfibriladores eléctricos en diferentes playas del litoral y se ha formado al personal de socorrismo para su correcta utilización.

Considerando que las enfermedades cardíacas tienen una gran incidencia en la población, urge tomar medidas adecuadas para que, en las emergencias extra-hospitalarias, pueda evitarse el mayor número posible de muertes por esta patología. Está demostrado que la intervención con desfibrilador en los primeros instantes de un colapso es de vital importancia para salvar una vida.

Gracias a la implantación de los desfibriladores automáticos en algunos lugares públicos, se han evitado muertes. Por ejemplo, desde que en mayo de 2012 la FIFA exigiera la implantación de desfibriladores en los campos de fútbol, a la vista de los casos de muerte súbita ocurridos durante el transcurso de algunos partidos, se han salvado varias vidas gracias a una rápida intervención in situ. Desgraciadamente el joven futbolista Antonio Puerta corrió peor suerte hace ahora ocho años.

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